Visita de Gral. Abelardo L. Rodriguez a Nayarit. 1934. Archivo y Edición: Carlos Gómez Luna 2015. |
Una fotografía a blanco y negro, muestra una imagen de trazos
desvanecidos y confusos por causa del transcurso del tiempo y la exposición a
los elementos, ha perdido casi por completo su aspecto original, data de 1934.
La encontré dentro de un mueble, envuelta en un trozo de papel, en la casa de
calle San Luis en el centro de Tepic que en vida habitó mi bisabuelo Lamberto
Luna Plata. A él perteneció, junto con otros documentos, la atesoró, quizás,
como un recuerdo de viejas luchas y de un pasado político en el cual participó.
En este retrato se observa sentado al entonces Presidente
de la Republica Gral. Abelardo L. Rodríguez, posa relajado y esboza una leve
sonrisa, porta un traje blanco o beige tal vez, y entre sus manos sostiene un
sombrero propio de la moda de la década de los años treinta. A su mano
izquierda se observa con postura adusta al gobernador de ese momento Francisco
Parra Ortiz. También posa para la fotografía el Diputado Federal Guillermo Flores
Muñoz. Se incluyen en la fotografía, algunos integrantes de la V Legislatura
del Congreso local entre los que podemos distinguir a José Andrés Tejeda
Espinosa, a Lamberto Luna Plata, a Pablo Ibarra Flores y a José Ibarra, así
como a miembros del cuerpo militar mexicano, funcionarios que ignoramos sus
nombres y procedencia y a varios campesinos que también se dan a conocer por
sus sombreros y vestimentas tradicionales. Ésta fotografía, es quizás, el único
testimonio gráfico de aquel dia histórico en la vida institucional de la
entidad en que el Gral. De División Abelardo L. Rodríguez fue declarado como
“Hijo Predilecto” de Nayarit, lo cual hemos podido documentar y corroborar con
las copias del Decreto número 1303 que obran en el archivo del Periódico
Oficial del Estado de Nayarit de fecha sábado 24 de noviembre de 1934.
Abelardo Lujan Rodríguez nació en Guaymas, estado
de Sonora, el 12 de mayo de 1889, e inició su carrera militar al lado del también
general sonorense Álvaro Obregón Salido, que combatió al usurpador Victoriano
Huerta. Con el tiempo, fue designado Gobernador del Territorio de Baja
California para más tarde, en 1932, convertirse en Ministro de Industria,
Comercio y Trabajo primero, y más tarde, en Ministro de Guerra y Marina durante
el mandato presidencial del Ing. Pascual Ortiz Rubio. Después de la renuncia de
éste a la Presidencia el 02 de septiembre de 1932, Abelardo L. Rodríguez
encabezó las propuestas enviadas al Congreso de la Unión para sustituirlo,
convirtiéndose a partir del 04 de septiembre de 1932 en Presidente
Constitucional Sustituto, cargo que desempeñó hasta el 30 de noviembre de 1934.
Su llegada a la Presidencia, tiene lugar en el
período histórico y político conocido como el “Maximato” que abarcó de 1928
hasta 1934, esta etapa se caracterizó por la gran influencia del Gral. Plutarco
Elías Calles y su partido el Partido Nacional Revolucionario en la política
mexicana de cuyo mote "Jefe Máximo de la Revolución"
deriva el nombre de este singular período. Abelardo L. Rodríguez, impulsó
entre otras políticas públicas, el reparto agrario y el fomento al
sindicalismo, estableció la educación socialista y exigió del clero su sujeción
a la Ley. Promulgó la reforma anti reeleccionista, reformó la Ley del
Patrimonio Ejidal, creó el Banco Hipotecario y de Obras Públicas, asimismo,
envió al Congreso la Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de Mexico
y una Ley contra de los monopolios. En materia económica estableció el salario
mínimo y otorgó al Banco de Mexico el completo control de cambios.
Investigaciones más recientes lo han vinculado sin
embargo con el crimen organizado, y lo han identificado, como unos de los
principales operarios del trasiego ilegal de vinos y licores de México hacia los
Estados Unidos de Norteamérica durante los años de la “prohibición” o “Ley seca” en aquel vecino país. Se ha concluido
que este conjunto de operaciones ilegales, allanó el camino en México a barones
de la mafia como Alphonse Gabrielle Capone “Al Capone” y Frank "The enforcer"
Nitti, para
el establecimiento de destilerías clandestinas en los municipios de Mexicali y
Tijuana, contribuyendo a la vez, al fortalecimiento y expansión de la red de
corrupción de las familias de la mafia italoamericana en todo el territorio
norteamericano, particularmente la de la familia de Chicago. Asimismo ha sido acusado de haber
creado con ayuda de la mafia estadounidense el hotel y Casino “Agua Caliente” en
Baja California donde presuntamente se lavaba dinero y de propiciar a gran
escala el cultivo de amapola para la producción de drogas, actos que le han
valido para ser considerado como un “Embajador de la Mafia”, al decir del canal
estadounidense de investigaciones históricas The History Channel, quienes incluso llevaron a la pantalla la
historia de Rodríguez.
Aunque no podemos determinar con exactitud su
participación en estos hechos que lo vinculan con el crimen organizado
norteamericano, lo cierto es que el Gral. Abelardo L. Rodríguez mantuvo un solido
y estrecho acercamiento con Nayarit al comienzo de la década de los treinta en
tanto se desarrollaba como Presidente de la República. Este acercamiento concuerda
y cobra sentido cuando analizamos más de cerca la biografía política de
Guillermo Flores Muñoz, de quien sabemos, fue un cercano colaborador e incluso su
secretario particular en los años en que Abelardo L. Rodríguez fungía como Gobernador
de Baja California (a partir de 1923). Posteriormente, en cambio a sus
servicios, Rodríguez impulsaría la carrera política de Guillermo Flores Muñoz a
diversos cargos administrativos y de representación popular, entre los cuales destacan
los de Secretario Tesorero del Comité Ejecutivo Nacional del PNR, Diputado
Federal (1932-1934) y posteriormente Senador de la República (1934-1940).
Asimismo, Abelardo L. Rodríguez concedió la franquicia de la Gubernatura de
Nayarit a Guillermo Flores Muñoz, otorgándole amplias facultades para tomar la
decisión de quien sería el candidato y futuro gobernador, incluso él, pudo
haber logrado la nominación de candidato, pero finalmente, por razones que
pensamos tuvieron que ver con su ascenso político en la esfera nacional, la decisión
recayó en la figura de Francisco Parra Ortiz, quien debe decirse, había sido ya
Presidente Municipal en dos ocasiones no consecutivas del municipio de Santiago
Ixcuintla. Como lo documenta la prensa escrita de la época, particularmente, el
periódico “El Heraldo de Nayarit”, la Elección Constitucional de 1933, fue apasionada
y fuertemente disputada entre los candidatos Francisco Parra y Esteban Baca
Calderón, resultando electo gobernador, luego de una segunda votación y bajo la
sospecha de un “fraude electoral” Francisco Parra Ortiz.
El análisis tanto de publicaciones periodísticas,
fotografías, decretos y hechos relacionales, dan como conclusión que durante
esta etapa en que Abelardo L. Rodríguez fue Presidente de la República, directa
o indirectamente sostuvo vínculos y compartió intereses políticos con amigos y
colaboradores, particularmente con Guillermo Flores Muñoz, que lo mantuvieron
cercano a Nayarit, asistiéndolo y concediéndole su favor para consolidar su
corriente política. Por todo lo anterior, sostenemos que la declaratoria que
hiciera la V Legislatura del Congreso del Estado de Nayarit, como “Hijo
Predilecto” del Estado de Nayarit al Gral. De División y Presidente Abelardo L.
Rodríguez, el dia 24 de noviembre de 1934, días antes de terminar su mandato,
obedece y se inscribe, indiscutiblemente, en la gratitud de esta corriente por
haber hecho realidad el sueño y las aspiraciones de una nueva generación de
jóvenes políticos. Quizás, es también, la expresión documental en forma de decreto, de su gratitud histórica hacia el Presidente de la República, el Gral. Abelardo L. Rodríguez.
Decreto 1303 que declara al Gral. Abelardo L. Rodriguez "Hijo Predilecto del Estado de Nayarit" |