sábado, 11 de abril de 2015

ABELARDO L. RODRIGUEZ: " HIJO PREDILECTO DEL ESTADO DE NAYARIT"

Visita de Gral. Abelardo L. Rodriguez a Nayarit. 1934.
            Archivo y Edición: Carlos Gómez Luna 2015. 
Una fotografía a blanco y negro, muestra una imagen de trazos desvanecidos y confusos por causa del transcurso del tiempo y la exposición a los elementos, ha perdido casi por completo su aspecto original, data de 1934. La encontré dentro de un mueble, envuelta en un trozo de papel, en la casa de calle San Luis en el centro de Tepic que en vida habitó mi bisabuelo Lamberto Luna Plata. A él perteneció, junto con otros documentos, la atesoró, quizás, como un recuerdo de viejas luchas y de un pasado político en el cual participó.


En este retrato se observa sentado al entonces Presidente de la Republica Gral. Abelardo L. Rodríguez, posa relajado y esboza una leve sonrisa, porta un traje blanco o beige tal vez, y entre sus manos sostiene un sombrero propio de la moda de la década de los años treinta. A su mano izquierda se observa con postura adusta al gobernador de ese momento Francisco Parra Ortiz. También posa para la fotografía el Diputado Federal Guillermo Flores Muñoz. Se incluyen en la fotografía, algunos integrantes de la V Legislatura del Congreso local entre los que podemos distinguir a José Andrés Tejeda Espinosa, a Lamberto Luna Plata, a Pablo Ibarra Flores y a José Ibarra, así como a miembros del cuerpo militar mexicano, funcionarios que ignoramos sus nombres y procedencia y a varios campesinos que también se dan a conocer por sus sombreros y vestimentas tradicionales. Ésta fotografía, es quizás, el único testimonio gráfico de aquel dia histórico en la vida institucional de la entidad en que el Gral. De División Abelardo L. Rodríguez fue declarado como “Hijo Predilecto” de Nayarit, lo cual hemos podido documentar y corroborar con las copias del Decreto número 1303 que obran en el archivo del Periódico Oficial del Estado de Nayarit de fecha sábado 24 de noviembre de 1934.

Abelardo Lujan Rodríguez nació en Guaymas, estado de Sonora, el 12 de mayo de 1889, e inició su carrera militar al lado del también general sonorense Álvaro Obregón Salido, que combatió al usurpador Victoriano Huerta. Con el tiempo, fue designado Gobernador del Territorio de Baja California para más tarde, en 1932, convertirse en Ministro de Industria, Comercio y Trabajo primero, y más tarde, en Ministro de Guerra y Marina durante el mandato presidencial del Ing. Pascual Ortiz Rubio. Después de la renuncia de éste a la Presidencia el 02 de septiembre de 1932, Abelardo L. Rodríguez encabezó las propuestas enviadas al Congreso de la Unión para sustituirlo, convirtiéndose a partir del 04 de septiembre de 1932 en Presidente Constitucional Sustituto, cargo que desempeñó hasta el 30 de noviembre de 1934. 

Su llegada a la Presidencia, tiene lugar en el período histórico y político conocido como el “Maximato” que abarcó de 1928 hasta 1934, esta etapa se caracterizó por la gran influencia del Gral. Plutarco Elías Calles y su partido el Partido Nacional Revolucionario en la política mexicana de cuyo mote "Jefe Máximo de la Revolución" deriva el nombre de este singular período. Abelardo L. Rodríguez, impulsó entre otras políticas públicas, el reparto agrario y el fomento al sindicalismo, estableció la educación socialista y exigió del clero su sujeción a la Ley. Promulgó la reforma anti reeleccionista, reformó la Ley del Patrimonio Ejidal, creó el Banco Hipotecario y de Obras Públicas, asimismo, envió al Congreso la Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de Mexico y una Ley contra de los monopolios. En materia económica estableció el salario mínimo y otorgó al Banco de Mexico el completo control de cambios. 

Investigaciones más recientes lo han vinculado sin embargo con el crimen organizado, y lo han identificado, como unos de los principales operarios del trasiego ilegal de vinos y licores de México hacia los Estados Unidos de Norteamérica durante los años de la “prohibición” o “Ley seca” en aquel vecino país. Se ha concluido que este conjunto de operaciones ilegales, allanó el camino en México a barones de la mafia como Alphonse Gabrielle Capone “Al Capone” y Frank "The enforcer" Nitti, para el establecimiento de destilerías clandestinas en los municipios de Mexicali y Tijuana, contribuyendo a la vez, al fortalecimiento y expansión de la red de corrupción de las familias de la mafia italoamericana en todo el territorio norteamericano, particularmente la de la familia de Chicago. Asimismo ha sido acusado de haber creado con ayuda de la mafia estadounidense el hotel y Casino “Agua Caliente” en Baja California donde presuntamente se lavaba dinero y de propiciar a gran escala el cultivo de amapola para la producción de drogas, actos que le han valido para ser considerado como un “Embajador de la Mafia”, al decir del canal estadounidense de investigaciones históricas The History Channel, quienes incluso llevaron a la pantalla la historia de Rodríguez.

Aunque no podemos determinar con exactitud su participación en estos hechos que lo vinculan con el crimen organizado norteamericano, lo cierto es que el Gral. Abelardo L. Rodríguez mantuvo un solido y estrecho acercamiento con Nayarit al comienzo de la década de los treinta en tanto se desarrollaba como Presidente de la República. Este acercamiento concuerda y cobra sentido cuando analizamos más de cerca la biografía política de Guillermo Flores Muñoz, de quien sabemos, fue un cercano colaborador e incluso su secretario particular en los años en que Abelardo L. Rodríguez fungía como Gobernador de Baja California (a partir de 1923). Posteriormente, en cambio a sus servicios, Rodríguez impulsaría la carrera política de Guillermo Flores Muñoz a diversos cargos administrativos y de representación popular, entre los cuales destacan los de Secretario Tesorero del Comité Ejecutivo Nacional del PNR, Diputado Federal (1932-1934) y posteriormente Senador de la República (1934-1940). Asimismo, Abelardo L. Rodríguez concedió la franquicia de la Gubernatura de Nayarit a Guillermo Flores Muñoz, otorgándole amplias facultades para tomar la decisión de quien sería el candidato y futuro gobernador, incluso él, pudo haber logrado la nominación de candidato, pero finalmente, por razones que pensamos tuvieron que ver con su ascenso político en la esfera nacional, la decisión recayó en la figura de Francisco Parra Ortiz, quien debe decirse, había sido ya Presidente Municipal en dos ocasiones no consecutivas del municipio de Santiago Ixcuintla. Como lo documenta la prensa escrita de la época, particularmente, el periódico “El Heraldo de Nayarit”, la Elección Constitucional de 1933, fue apasionada y fuertemente disputada entre los candidatos Francisco Parra y Esteban Baca Calderón, resultando electo gobernador, luego de una segunda votación y bajo la sospecha de un “fraude electoral” Francisco Parra Ortiz. 

El análisis tanto de publicaciones periodísticas, fotografías, decretos y hechos relacionales, dan como conclusión que durante esta etapa en que Abelardo L. Rodríguez fue Presidente de la República, directa o indirectamente sostuvo vínculos y compartió intereses políticos con amigos y colaboradores, particularmente con Guillermo Flores Muñoz, que lo mantuvieron cercano a Nayarit, asistiéndolo y concediéndole su favor para consolidar su corriente política. Por todo lo anterior, sostenemos que la declaratoria que hiciera la V Legislatura del Congreso del Estado de Nayarit, como “Hijo Predilecto” del Estado de Nayarit al Gral. De División y Presidente Abelardo L. Rodríguez, el dia 24 de noviembre de 1934, días antes de terminar su mandato, obedece y se inscribe, indiscutiblemente, en la gratitud de esta corriente por haber hecho realidad el sueño y las aspiraciones de una nueva generación de jóvenes políticos. Quizás, es también, la expresión documental en forma de decreto, de su gratitud histórica hacia el Presidente de la República, el Gral. Abelardo L. Rodríguez.


Decreto 1303 que declara al Gral. Abelardo L. Rodriguez
              "Hijo Predilecto del Estado de  Nayarit"